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21 jun 2011

Para siempre

Han sido tantos años, desde que tengo razón de conciencia, en ese pequeño hogar. Mi colegio. No he conocido otro que no haya sido este. Desde que tenía dos añitos me han ido enseñando poco a poco todo lo que han tenido en sus manos para formarme como persona. Paso a paso, hemos ido subiendo peldaños, enfrentándonos a obstáculos que han sido superados con esfuerzo.

No se olvidarán nunca esas clases, esa Primaria e infancia vivida en plenitud. Los patios, los momentos en los recreos que esperábamos ansiosos tras una clase de matemáticas. Risas e ilusión, llantos y esperanzas, aquellos nervios que flotaban en el aire antes de entrar por primera vez a clase tras las vacaciones, o a la espera de un simple papel en el cual se reflejaba el esfuerzo de todo un año y por el que tu padre y tus profesores te dirían que están orgullosos de ti.

La Secundaria, parecía un sueño imposible de alcanzar, pero algo así no ocurre cuando tienes a gente que te empuja y te ayuda a trazar ese camino, hasta llegar al final. A todos mis amigos, ellos que siempre han estado conmigo, esos con los que, junto a mi colegio, reí, lloré y tuve algún que otro contratiempo. Secundaria, lo más difícil, pero también lo que nos ha hecho llegar a ser lo que somos.

En este tiempo, he tenido la oportunidad de tratar con personas maravillosas, gente que me ha enseñado y que a volcado en mí todo su esfuerzo, gente que me ha enseñado a comprender y a razonar, a ser responsable y sobretodo, a ser buena persona. Mis profesores. Todos y cada uno de ellos, han estado a mi lado desde que yo recé por primera vez, en frente de la virgencita del parque, con las vallas de colorines. Todos y cada uno de los elementos que forman ese Colegio han dejado dentro de mí, una huella que será imposible de borrar.


4º de ESO, el mejor año de todos, sin duda alguna. Nunca llegué a pensar que 9 meses durasen tan poco. Desde que empezamos en Septiembre, algunos con toda la ilusión y otros con un poco menos de ella. Nos separábamos... ¡Pero sólo en Ciencias y Letras! Algunos amigos con los que pasé muchos años en la misma clase, pasaban a estar en la clase de al lado.

Cambios de hora, pequeños momentos de respiro en el que nos levantábamos y a tentadillas de los profes nos tirábamos fotos y vídeos en la clase. Muchas veces sólo salíamos en los cambios de hora a los pasillos para ver a los de la otra clase, mientras que los profes, como siempre tan constantes, nos decían que entráramos de nuevo en clase.

Hemos pasado momentos tan únicos e irrepetibles, que han quedado grabados en mi mente como las diapositivas de una película. Peleas, momentos de risas... Esos amores que hacían que el recreo y los cambios de hora, fueran infinitamente mejores, pero también desamores... Momentos de alegría por millones de motivos, como el haber sacado un 5 en una evaluación de matemáticas. En las clases, todo se basaba en un aprendizaje que nos ayudase a continuar y a formar nuestro futuro.

Aún por el 2º trimestre, teníamos los ojos vendados, seguíamos con la rutina diaria, que sin saber por qué, se hacía cada vez más amena. Preevaluaciones y exámenes, ¡todos de nuevo a estudiar! Cuatro, tres, o un día antes del examen, a pesar de que nuestros profes nos aconsejaban que estudiásemos un poco todos los días. Todas las clases, dadas por todos nuestros profes tenían una característica especial que las hacía únicas.
- Matemáticas, con Guadalupe, la hora entera copiando o simplemente sin poder hablar, aunque a pesar de eso, ella nos regalaba en muchas ocasiones una sonrisa.
- ¿Francés? Este año no, o por lo menos yo, que pasaba a dar clase con Pedro con Informática. Él siempre nos hacía pensar y observar para que fuésemos capaces de hacerlo por nuestros propios méritos.
- Música, audiciones, videoclips, y análisis de las canciones que más te gusten, siempre de la mano de Luis, uno de los profes que nos ha visto crecer a muchos de nosotros.
- Lengua o Historia, el símbolo que las caracteriza, sin duda alguna fue nuestro tutor, Fermín. Que siempre nos regañaba por no callarnos o por no dejarle hablar, aun así, siempre conseguía sacar lo mejor de cada uno de nosotros.

Y así con todas, hasta llegar al tercer y último trimestre, el último de todos. ¿Y qué pasa cuando llega el tercer trimestre? ¡¡¡¡GRADUACIÓN!!!! Comienzan los ensayos y los nervios en la fila, buscamos a nuestro compañero con el que darnos el abrazo. Y junto a todo esto, los últimos exámenes. Vemos por última vez las clases por donde hemos ido pasando, aprendiendo y creciendo dentro de ellas.

Hasta que... Llega el día de decir adiós.Vas andando por la fila y vas escuchando esa canción que te revuelve los nervios en el estómago, vas viendo como esos profesores te miran, y te sonríen como diciéndote; ''Muy bien, lo has conseguido''. Miras a los lados y sólo ves sonrisas y alguna que otra lágrima. Ves a tus amigos que van delante y detrás de ti, con las manos a la espalda y la cabeza alta después de tanto esfuerzo y sacrificio empleado en estos años. Subes al escenario y pasas andando lento ante todo el mundo. Sonríes, lloras, no sabes que hacer porque no te crees que tengas que marcharte. Ves a tus amigos a los lados con su túnica azul, la banda amarilla y el gorro de graduación.

Y entonces te nombran, y sales de la mano de tu compañero, recoges tu orla y das dos besos a tu tutor. El abrazo con el amigo que te ha acompañado hasta el final, y tus amigos aplaudiéndote, esperando su turno. Cuando parece que ya es hora de bajar, suben tus directores, a leerte un discurso de despedida y en ese momento, cuando te dan las gracias por haber estado ahí y te despiden con un ''Chavales, hasta siempre''... Rompes a llorar. Cogemos los gorros y los lanzamos al aire mientras te abrazas con gente a la que quieres muchísimo, con tus amigos, compañeros y profesores más queridos.

Y cuando todo se calma, miras el Colegio, y no sabes que pensar. Se te pasan por la cabeza millones de recuerdos que están ahí, contigo y con tu Colegio. Y al mirar tu banda sonríes y piensas... Que ya llegó el final.

XII Promoción (2010-2011)

3 comentarios:

Mar Dessy dijo...

Feliz Cumple Pedro. :)

Pedro Martínez Fernández dijo...

Si tu entrada ha pasado de Tuenti al blog, mi comentario también:
Un día, subiendo las escaleras de informática, te dije que los profesores también aprendemos de los alumnos.
Tú, con mirada intrigada, me preguntaste:
- "¿En qué?"
No sé si mi respuesta en aquel momento fue convicente.
Hoy, emocionado con tu espacio personal, tengo una formidable ocasión de decirte:
- Muchísimas gracias por expresar públicamente este sentimiento de "GRAN FAMILIA DE LA ERMITA". Para nosotros, los profes, también es un honor tener alumnos así.
Aristóteles sabía lo que decía.

CarmenArance dijo...

Para siempre y hasta siempre Mar...
ya sabes que nosotros también os llevaremos siempre en el corazón. Ahora te toca volar con alas propias... ahora empieza un nuevo camino...y como decía el poeta : "Todo pasa y todo queda... caminante no hay camino, se hace camino al andar...y al volver la vista atrás se ve la senda que no has de volver a pisar...".
Estoy de acuerdo con Pedro... nosotros también aprendemos de vosotros cada día. Un placer haber sido vuestra seño.

 
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